Una vez pasadas las fiestas navideñas, y con la resaca aún de los regalos de los Reyes Magos, retomamos nuestras publicaciones con una de las secciones más queridas por todos los lectores de Lugia:
En esta ocasión hablamos con María Amparo Infante Cabrera, una valdepeñera con un gran amor y pasión por la música. Como siempre, te mostramos solo una pequeña parte de esa historia que ha sido tan amable de compartir con nosotros.
María Amparo Infante Cabrera tiene 29 años y cuenta con un Título Superior de Música en la especialidad de Interpretación en el Conservatorio Superior de Música del País Vasco, cursado entre 2010 y 2014. Pero no es la única titulación de su currículum. Es además Bachelor of Arts (B.A.) en interpretación instrumental, Bachelor of Arts (B.A.) en Pedagogía Instrumental, y Master of Arts (M.A.) en interpretación instrumental. Todos estos estudios los llevó a cabo en Anton Bruckner Privatuniversität, en Austria.
En cuanto a su experiencia profesional empezó pronto, puesto que antes, y también durante, sus estudios superiores comenzó a trabajar en orquestas sinfónicas profesionales en España. Destaca, por ejemplo, como academista en la “Orquesta Ciudad de Granada” y practicante en la “Orquesta Sinfónica de Euskadi”.
En el año 2014 se trasladó a Austria, donde amplió sus estudios, tal y como hemos remarcado anteriormente, así como su experiencia laboral. “He tenido la suerte de participar en muchos festivales internacionales de música clásica y contemporánea como el Festival Advent Weihnacht (Brucknerhaus , Linz), Internationales Brucknerfest, Wie (un)gewöhnlich o REVERB Internationales Festival für Hall, Raum und Musik (Regensburg) y en musicales como El Fantasma de la Ópera, My Fair Lady o Hello Dolly tanto en Austria como en Alemania donde he conocido lugares increíbles y a personas muy interesantes”, nos cuenta María Amparo.
Y continúa: “Desde marzo de 2020 ha cambiado mucho la situación en el ámbito cultural por todas las restricciones a causa de la pandemia mundial. Por ello tuve que adaptarme y comencé a impartir clases de violín y viola, así como clases particulares de castellano a germanoparlantes”.
Como a todos nuestros valdepeñeros por el mundo, le preguntamos a María Amparo que nos hablara de aquellas ciudades que han dejado una huella en ella. Destaca, en primer lugar, San Sebastián, a donde se mudó con tan solo18 años para comenzar sus estudios superiores. “Lo que más me gusta de San Sebastián, a parte de su gente y la deliciosa gastronomía son los paseos por la Playa de la Concha, sus paisajes verdes en contraste con el azul del mar y los edificios de estilo parisino que la dotan de encanto y elegancia”, nos cuenta.
Y, por supuesto, no puede dejar atrás Austria, el país en el que reside actualmente, “Tengo que hablar de Linz, la ciudad en la que vivo desde 2014. Es una bonita ciudad a orillas del Danubio llena de cultura y de mucha historia. Aunque es una ciudad medianamente grande, tiene muchos parques, montes, zonas verdes y lagos muy cerca del centro donde también se puede disfrutar de la naturaleza”, asegura.
¿Y quiénes son esas personas que han marcado el camino académico de María Amparo? Dice que todas las personas que la han acompañado a lo largo de e sus estudios, porque todos dejan huella y muchos recuerdos. “No solo el personal docente, también mis compañeros”, especifica. Aunque si tiene que destacar a algunos lo tiene claro: sus profesores de viola.
De su vida fuera de España, nos cuenta algunas anécdotas. “Llevaba solamente una semana en Austria y estaba un poco descolocada por todo el cambio: otro idioma, otra ciudad, gente desconocida, nueva universidad... Un día fui al supermercado que había cerca del lugar donde estaba hospedada y escuché dos voces que me llamaron la atención. Eran un chico y una chica discutiendo sobre qué queso iban a elegir para la cena. En seguida pensé: ‘estos tienen acento andaluz, pero ella tiene que ser de Jaén’. Me dirigí hacia ellos y me presenté, les pregunté de dónde eran y, efectivamente eran andaluces, pero mi sorpresa fue cuando ella me dijo que era de Los Villares. Ahí me di cuenta de qué pequeño es el mundo.
A pesar de estos 7 años que lleva viendo en Austria, y aunque afirma que está bastante adaptada al país, reconoce que siempre le queda un trozo de Valdepeñas en el corazón. “Lo que más echo de menos es estar cerca de mi familia y poder visitarlos más frecuentemente. Por otro lado, un buen paseo por las Chorreras o a la ermita de Chircales, los días fríos de invierno al lado de una buena lumbre o las noches veraniegas al fresquito en el Chorrillo”, admite.
Como no podía ser de otra manera, estamos muy orgullosos de nuestros ‘Valdepeñeros por el mundo’. En este caso, María Amparo salió de Valdepeñas para hacerse una gran violista. Su afán de superación y perfección la llevó a tierras austríacas para seguir formándose. La música es un arte muy exigente y nuestra paisana lo demuestra día a día. Seguro que, más pronto que tarde, cualquier 1 de enero, al poner el Concierto de Año Nuevo desde el Goldener Saal del Musikverein de Viena, la podremos ver engrosando la plantilla de la Filarmónica de Viena, ahora que también las mujeres pueden tocar en esta prestigiosa orquesta.
Hasta que esto suceda, seguro que María Amparo continuará deleitando con su música por todo el mundo. Esperamos que podamos escucharla pronto en Valdepeñas, en algún rincón especial de nuestro pueblo, como, por ejemplo, en la entrada del Molino de Santa Ana.
Os dejamos dos links de sendos vídeos para que podáis deleitaros con la buena música de nuestra paisana María Amparo.
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